martes, 6 de mayo de 2014

Ofrecimiento de los misterios del Santo Rosario

Misterios gozosos
I
La encarnación del Hijo de Dios
Del ángel escuchas
La tierna embajada
Y el Verbo en tu seno
Se digna encarnar.
Humilde hazme y puro
Doncella sagrada,
Por este misterio
Que vengo a adorar.
II
La Visitación de Nuestra Señora
De dicha y de gracias
Un rico tesoro
Recibe al mirarte
La santa Isabel
También la presencia
De tu Hijo yo adoro:
Que el alma reciba la gracia con Él.
III
El nacimiento del Hijo de Dios
En míseras pajas,
Al Rey de la gloria
Con gozo inefable
Miraste nacer.
Que el alma desprecie
Del mundo la escoria,
Y a Dios sólo busque
Y encuentre doquier.
IV
La purificación de Nuestra Señora
La ley de tus padres
Cumpliendo, Señora
Presentas al templo
Del mundo a la Luz.
Haz, Madre, que cumpla
Fiel, a cada hora,
La Ley sacrosanta
Sellada en la Cruz.
V
El niño perdido y hallado en el templo
Gozosa en el templo
Hallaste, María
Al Hijo que ausente
Tu precio afligió.
¡Que el ama recobre
Su dulce alegría,
Hallando al Amado
Que triste perdió!


Misterios dolorosos
I
La oración del huerto
Orando en el huerto
Con cruda agonía,
Su sangre preciosa
Derrama el Señor.
Con lágrimas tiernas,
Yo lave, ¡oh, María!
Las culpas que causan
Tamaño dolor.
II
Los azotes que el Hijo de Dios recibió atado a la columna
Cual mísero esclavo
De azotes sin cuento
La horrible ignominia
Tolera el Señor.
¡Oh Madre llorosa!
Por ese tormento,
Mi pecho quebrante
Continuo dolor.
III
La coronación de espinas del Hijo de Dios
Espinas desgarran
Las sienes divinas
Del que es de los cielos
Y tierra, Señor.
¡Oh Madre del alma!
¿Por qué esas espinas
No rasgan mi pecho
Con fiero dolor?
IV
La Cruz a cuestas
Cubierto de oprobios
Y al peso rendido
De infame madero,
Miraste al Señor.
La cruz de mis penas
llevar yo te pido
Con santa paciencia,
Por ese dolor.
V
La crucifixión y muerte del Hijo de Dios
El gran sacrificio
Consuma el Dios fuerte:
Por darme la vida
Sucumbe el Señor.
¡Oh madre, en el trance
Fatal de mi muerte,
Mis penas alivie
Ti acerbo dolor!


Misterios gloriosos
I
La resurrección del Hijo de Dios
Triunfante abandona
La tumba sagrada
El Dios que a la muerte
Su presa arrancó.
Muriendo a mis culpas
¡oh Virgen amada!
Con Él la victoria
Cantar pueda yo.
II
La admirable Ascensión del Hijo de Dios
El Rey de los siglos
Radiante y glorioso,
La diestra del Padre
Ya sube a ocupar.
¡Oh Virgen excelsa!
Tu ruego piadoso
Me alcance que pueda
Con Cristo reinar.
III
La venida del Espíritu Santo
De amor infinito
La célica llama
Gozosa recibe
La Esposa inmortal.
Los dones que el cielo
Piadoso derrama,
Alcánceme, ¡oh Virgen!
Tu amor maternal.
IV
La Asunción de Nuestra Señora
De gloria cercada
Cual la luna bella,
Del sol revestida,
Con limpio fulgor.
Al cielo vas rauda,
Triunfante doncella.
¡Quién fuera contigo
Muriendo de amor!
V
De la coronación de Nuestra Señora
El Dios uno y trino
Corona tu frente,
Y el Cielo te aclama
Su Reina Inmortal.
¡Oh Reina! ¡oh Señora!
¡Mi canto ferviente
Celebre tus triunfos
Con gozo eternal!

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