jueves, 19 de junio de 2014

Oración a San Francisco

¡Esclarecido, privilegiado, glorioso, seráfico, Padre San Francisco, bajo cuya protección me he puesto! Yo te suplico seas  mi medianero para con Dios, y que le presentes, valoradas por tus grandes merecimientos, mis pobres, tibias, imperfectas y humildes oraciones.
Que me alcances de su poder infinito y de su infinita misericordia los recursos necesarios para la salvación de mi alma; aumentando en ella la Fe, la Esperanza, la Caridad, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza; el amor a Dios, el amor a su Madre Santísima, el amor al Adorable y Augusto Sacramento de la Eucaristía, concediéndome la gracia de acercarme a ella con las disposiciones necesarias; el amor al prójimo, el amor a la mortificación y a la penitencia; el odio al pecado; la energía para combatir mis vicios, la fortaleza para vencer mis pasiones, la rectitud para no desviarme del cumplimiento de mi deber; la resolución de no emplear los días que me queden de vida más que en el servicio de Dios y la santificación de mi alma; la gracia de que ésta no se separe de mi cuerpo sin haberse reconciliado con Dios por la Penitencia, santificado por la Eucaristía, purificado por la Extremaunción, enriquecido con todas las indulgencias y gracias que tiene atesoradas la Iglesia.
Que en el terrible instante de mi muerte, salgas a recibirme, me reconozcas por hijo tuyo, me presentes ante el Tribunal en que he de ser juzgado, te constituyas en él mi defensor y obtengas para mi una sentencia de perdón que me ponga entre los escogidos; para que con ellos, contigo y con todos los santos y bienaventurados que han florecido en tu Orden Seráfica, disfrute la bienaventuranza, la incomparable dicha de alabar, bendecir y glorificar a Dios por todos los siglos de los siglos.