Para el mundo no soy nada ni nadie...
Sólo quiero compartir lo único valioso que tengo y demostrar que es posible conocer a Dios, a ese Dios tan bueno y misericordioso que no solo nos dio el ser, como a los animales y las plantas, sino que quiere hacernos partícipes de su gloria como a los ángeles.
Es tan maravilloso el Señor, que no solo nos señala el camino para encontrarlo, sino que además nos da los medios para lograrlo. Nunca nos pide nada que supere nuestras fuerzas, y si lo hace, Él mismo nos pone la diferencia y un poco más.
Seguirlo implica sacrificio, pero yo no concibo que alguien no quisiera hacer lo que fuera por un Dios tan grande y tan bueno; por un Dios que se hizo hombre para morir en una Cruz con el único fin de redimirnos, pagó Él por nuestras culpas y nos abrió las puertas de la vida eterna.
Dejo enseguida una hermosa frase de san Bernardo de Claraval a manera de exhortación a todos los lectores.
"Dios es vida y es amor, pero ¿cuántos de entre nosotros los mortales reflexionamos sobre ello? Es triste decirlo, pero hay entre los hombres quienes ni comprenden ni buscan a Dios; ésos para mí están muertos. Hay otros que lo comprenden, pero no le buscan ; a éstos les llamo impíos. Hay otros, los lerdos, que le buscan pero no le comprenden. Finalmente está el grupo de los que le comprenden y le buscan; éstos son los santos. ¡Yo quiero ser uno de ellos!"
¿Tú cuál de ellos quieres ser?
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