lunes, 21 de octubre de 2013

María ayuda a los pecadores

Refiere el P. Bovio que había una prostituta llamada Elena; habiendo entrado en la Iglesia, oyó casualmente una predicación sobre el rosario; al salir se compró uno, pero lo llevaba escondido para que no se lo viesen. Comenzó a rezarlo y, aunque lo rezaba sin devoción, la santísima Virgen le otorgó tales consolaciones y dulzuras al recitarlo, que ya no podía dejar de rezarlo. Con esto concibió tal horror a su mala vida, que no podía encontrar reposo, por lo cual se sintió impelida a buscar un confesor; y se confesó con tanta contrición, que éste quedó asombrado. Hecha la confesión, fue inmediatamente al altar de la santísima Virgen para dar gracias a su abogada. Allí rezó el rosario; y la Madre de Dios le habló así: “Elena, basta de ofender a Dios y a mí; de hoy en adelante cambia de vida, que yo te prometo colmarte de gracias”. La pobre pecadora, toda confusa, le respondió: “Virgen santísima, es cierto que hasta ahora he sido una malvada, pero tú, que todo lo puedes, ayúdame, a la vez que yo me consagro a ti; y quiero emplear la vida que me queda en hacer penitencia de mis pecados”. Con la ayuda de María, Elena distribuyó sus riquezas entre los pobres y se entregó a rigurosas penitencias. Se veía combatida de terribles tentaciones, pero ella no hacía otra cosa que encomendarse a la Madre de Dios, y así siempre quedaba victoriosa. Llegó a obtener gracias extraordinarias, revelaciones y profecías. Por fin, antes de su muerte, de cuya proximidad le avisó María santísima, vino la misma Virgen con su Hijo a visitarla. Y al morir fue vista el alma de esta convertida volar al cielo en forma de bellísima paloma.


5 comentarios:

  1. Preciosa entrada y más preciosa imagen del Blanquísimo Lirio de la Santísima Trinidad y Rosa brillante del Paraíso. Apareciéndose la Santísima Virgen a Santa Gertrudis, le reveló que a todo aquel que la invocase con este título le concedería su maternal protección.

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    Respuestas
    1. Olvidé poner la fuente, Las glorias de María, de san Alfonso Ma. de Ligorio. Gracias por comentar.

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  2. Recibe, gran Señora,
    De rosas este díez,
    Cogidas por la Iglesia
    Y el Ángel e Isabel.

    De un devocionario.
    D. Fermín de la Puente y Apezechea, para recitar al final de cada misterio del Sacratísimo Rosario.

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  3. LA VIRGEN MILAGROSA DE LA SONRISA
    que sanó a la ¡"Pequeña Teresa" a la edad de 10 años
    13 mayo 1883
    ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA SONRISA
    Oh María, Madre de Jesús y nuestra que, por una visible sonrisa, se dignó consolar y sanar vuestra infancia privilegiada, Santa Teresa del Niño Jesús, a Vos os suplicamos, venid a consolarnos a nosotros también, en las penas de esta vida; desatad nuestros corazones de la tierra, dadnos la salud del alma y del cuerpo, confirmadnos en la esperanza; obtenednos finalmente disfrutar eternamente en el Cielo de vuestra maternal y radiante sonrisa. Amén.
    Estampa de Montréal. Cánada. 1949.

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